Alcanzar el éxito en la vida
Si es que de verdad podemos llamarlo así
Cuando hablo con emprendedoras y emprendedores solemos sacar mucho esto del éxito. Me gusta intentar definirlo y, para qué mentirnos, nunca queda claro.
Cuando somos jóvenes queremos ser exitosos y exitosas a nivel académico y social. Puede que también quisieras serlo en algún deporte, videojuego o afición determinada.
A veces nos aferramos a esa parcelita de nuestra vida en la que destacamos y puede que únicamente sintamos el éxito ahí.
No son sólo pensamientos, hablo de una sensación que te recorre todo el cuerpo. Tanto tus alegrías como preocupaciones pueden estar condicionadas por todo lo que ocurre en esa parcela.
¿Equilibrio entre parcelas?
Cuando en ACT hablamos sobre nuestros valores, parece que acabamos siempre reduciendo todo esto a: cuida todas las áreas de tu vida.
En diferentes metáforas se ha hecho énfasis en esto de evitar que toda tu felicidad dependa de una cosa en concreto.
La gente que habla de finanzas e inversiones también hacen referencia a no poner todos los huevos en la misma cesta.
Y tiene sentido… Sí. Pero no sé si etiquetar ese equilibro como éxito me parece adecuado.
La palabra éxito
De hecho, no sé si me gusta hablar de éxito como tal. No sé si me gusta que esa palabra exista. Está ensuciando todo el proceso y de alguna forma nos podría generar mucha presión.
Te pongo un ejemplo.
A no ser que tengas algún problema médico, supongo que puedes bajar escaleras. Habrás bajado infitas escaleras a lo largo de tu vida y no sueles tener el pensamiento “tengo que bajar bien las escaleras”, “tengo que ser la mejor persona bajando escaleras”. Tampoco pensarás cosas como, “si no bajo bien las escaleras me mirarán mal”,”podría matarme si no bajo bien las escaleras”.
Pero, ¿qué pasaría si tuvieras esos pensamientos? Bajarías raro las escaleras, como si tuvieras algún tipo de problema de psicomotricidad (a los psicólogos nos gusta poner psico a todo).
El proceso y no el resultado
Lo de centrarte en el camino y no en el destino también se ha repetido hasta ser casposo. Pero de nuevo te rescato lo anterior. Si lo haces para conseguir ese “éxito” o felicidad, probablemente tampoco lo hagas.
Si te empiezas un libro con el fin de disfrutarlo, puede que se te olvide entenderlo. Léete el libro y trata de conectarte con él. Da igual si acaba o no, da igual si leerlo te ayudará o no a ser mejor persona. Y si mientras lo lees no te gusta, lo cierras y lo vendes o lo regalas.
Estamos demasiado lejos
Lejos de sentir y de vivir.
Nos desconectamos demasiado de nuestras sensaciones tanto en cuanto a lo que ocurre en el presente. Estamos todo el día leyendo subtítulos, analizando y reflexionando sobre lo que es la vida (o el éxito), pero eso nos distancia de sentir efectivamente lo que ocurre cuando alguien nos mira a los ojos o cuando te comes un dulce en la playa (o en el campo).
Vives en una estrategia constante. Planteando cómo hacer lo mejor siempre o intentando solucionar problemas. ¿Para qué?
Soy el primero que trata de diseñar vidas que tengan un sentido, pero el diseño se nos tiene que olvidar cuando estamos dentro de él.
También te digo… Puedes venirte arriba haciendo un diseño que luego se mande a tomar por saco. Esto es la vida.
Preocúpate por las escaleras sólo si es necesario
Y si efectivamente hay ciertas cosas que no haces para construir esa vida que, adelante. Recuérdatelo.
Dite muchas veces qué es lo que quieres hasta que salga solo.
Fake it till you make it. Fíngelo hasta que lo hagas
Pero cuando todo fluya, abandona esas reglas y deja de recordarte lo importante que es alcanzar el éxito. No hay éxito, sólo tu vida.
A ver si así consigo que de verdad aterricemos un poco más. Esta newsletter se llama Aterrizaje de Emergencia por algo.
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Aquí va más de mí soltándote la chapa. :D
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Seguro que en tu vida has descubierto mil cosas que te han hecho disfrutar. Sería injusto que te lo guardes únicamente para ti.
Todo el mundo tiene cosas que enseñar.
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Este artículo parece hecho para mí y supongo que para muchos. Muy buen post.