La opción que tu miedo no te deja ver
¿Cuándo merece la pena luchar?
Uno de los temazos dentro de consulta es si merece la pena encarar ciertas situaciones o no. Como cuando alguien tiene un feo contigo y te preguntas si merece la pena decirle algo.
Tengo que decir que si alguien en consulta me pregunta sobre lo que debería hacer, mi primer movimiento no es el que te imaginas. Yo suelo preguntar algo así como:
¿Qué te gustaría que te dijera? ¿Te sentirías más seguro o segura si validara cualquier decisión?
En este caso, es más interesante la función de la pregunta que la pregunta en sí, pero… Tú has abierto este email esperando respuestas y yo te daré más preguntas. ♥️
Allí donde algo nos preocupa
Uno es valiente cuando actúa con miedo, pero pasar miedo no es siempre una forma de vivir alineados con nuestros valores. Yo, que tengo cierto vértigo, no siento que se me haya perdido nada saltando en paracaídas.
Pero, ya sabes lo que dicen:
A veces hay que salirse de los márgenes.
Porque el problema del miedo es que tiende a restringir nuestra forma de ver el mundo. Nos crea sesgos a diestro y siniestro. Por eso hay opciones que ni siquiera eres capaz de contemplar.
Esto ocurre, por ejemplo, cuando te pasas horas dando vueltas en una tienda para encontrar algo porque ni te has planteado la opción de parar a alguien que curre allí para preguntarle. Como cuando te enredas en algo durante horas sin haberte parado un rato a pedir ayuda a alguien que tengas cerca. (Me pasa).
Los motivos que a cada cual le lleven a encerrarse en su trampa serán susceptibles de un par de sesiones o de cervezas (para quien beba), pero será difícil que desde mi teclado lo adivine.
¿Entonces?
Entonces nada, pero si hubiera algo, lo llamaría flexibilidad.
Flexibilidad para sentir, para actuar y para “llevarnos la contraria”.
Flexibilidad para no aferrarnos a etiquetas como “yo es que soy así” o “yo hice lo que he sentido, Sandra”. Esto último para los frikis 🏝️.
Es difícil saber si una lucha merecerá o no la pena. Pero si generalmente hay luchas que no te planteas, existe la posibilidad de que haya un miedo que aún no eres capaz de aceptar o integrar. Y eso, por tanto, podría estar restringiéndote la vida.
Tener una vida con sentido también implica sentirse perdido alguna vez mientras actúas de forma diferente.
Y sí, puede que te toque pelearte con alguien, pero no seré yo quien te lo diga. 😉


