La semana pasada escribía sobre ChatGPT y nuestra dependencia de ella. Os pregunté por vuestra opinión, y algunas personas me habéis dejado comentarios dentro de la publicación, mientras que otras me escribisteis directamente por correo.
Le he estado dando vueltas, y creo que muchas de mis reflexiones serán compartidas por la mayoría de vosotros y vosotras.
La edición de hoy me apetece hacerla más reflexiva y no tan estructurada. Más tipo carta, aunque os aseguro que no es poco el tiempo que llevo dándole vueltas y apuntando ideas sobre la IA.
Es inevitable. Negar que cada vez será más potente y utilizada sería poco prudente, así que no esperaría una cancelación o retroceso en su avance.
Va a sustituir puestos de trabajo. Y será responsabilidad de todos que exista una redistribución de funciones para los humanos.
Puede ayudar mucho a la investigación. El manejo de datos con Inteligencia Artificial supera con creces lo que una persona puede hacer.
Esto, por un lado, pero luego pienso en algo muy acertado que Luis Domingo (un suscriptor) dejaba en los comentarios:
“A la velocidad que va la evolución de la IA, en sus distintos usos y aplicaciones, creo que cualquier intento de visualizar el futuro del individuo como tal y de la sociedad en conjunto es más difícil que acertar un pleno a la primitiva.”
Más que intentar adivinar el futuro, creo que tenemos que pensar cómo estamos hoy y cómo estábamos hace unos años.
Evidentemente, no todo es malo, pero el individualismo y los problemas interrelacionales parecen ir en aumento. [Artículo]
Para mí, este es el mayor problema al que se enfrenta la psicología con la IA, del mismo modo que ya lo veía en el abuso de las redes sociales y la comunicación digital.
Fijaos que yo soy un friki y un geek, early adopter de Discord, y he pasado horas hablando con mis amigos por ahí. Pero siempre me quejaba de la falta de reuniones más allá de la pantalla.
Si bien es cierto que estas herramientas nos permiten conectar con personas que no están cerca, fue por eso que durante el confinamiento de 2020 yo no me sentía solo.
Volviendo al tema de la IA, creo que si no generamos cierta conciencia, de manera natural acabaremos usándola en exceso. Los beneficios son muy claros y el coste percibido, prácticamente inexistente.
Pero eso, en cuanto al percibido, porque todos sabemos que la IA no solo podría tener impacto psicológico, sino también medioambiental. Mantener una conversación de 20 a 50 interacciones con ChatGPT puede consumir alrededor de 500 ml de agua, utilizada principalmente para la refrigeración de los servidores. [Fuente]
No digo que no uséis la IA porque consuma agua, del mismo modo que tampoco os puedo decir que no os lavéis los dientes o hirváis agua para cocinar. Yo mismo la uso para corregir algunos textos y crear algunas imágenes. Pero tratad de no dejar el grifo correr por simple dejadez…
Me han encantado las reflexiones, Darío!! Es un tema sobre el que pensar... desde luego
Está ia no tendrá nada que ver con la IA de dentro de 5 años y habrá que revisar cada cierto tiempo su impacto.
Yo la uso bastante . Más de lo que debería seguiramente ...pero también estoy experimentando cierto hastío o desmotivación porque en el fondo no es una interacción viva .