Doblepensar
La capacidad entrenada de sostener a la vez dos ideas contradictorias y aceptar ambas como verdad.
Winston dejó caer los brazos a sus costados y volvió a llenar de aire los pulmones. Su mente se deslizó por el laberíntico mundo del doblepensamiento: saber y no saber; hallarse consciente de lo que realmente es verdad mientras se dicen mentiras cuidadosamente elaboradas; sostener simultáneamente dos opiniones sabiendo que son contradictorias y creer, sin embargo, en ambas…
— George Orwell, 1984
Lo de arriba es un extracto de 1984, el libro de George Orwell, algo interesante de leer en estos tiempos que corren.
No sé si habrás visto la entrevista de Mariló Montero en La Resistencia, pero te dejo el vídeo que me pasaron por aquí.
Sus argumentos son del palo: si no hubiera tauromaquia, el toro se moriría…
El vídeo me lo han pasado y no sé quién lo grabó y editó, por eso no puedo dar crédito a nadie. :(
Y yo pensaba: ¿cómo es posible no darte cuenta de lo que estás diciendo?
Pero luego me paro un poco y pienso cómo será el algoritmo de Instagram de esta mujer, sus amistades o sus conversaciones. Y, si al final estás mamando todo ese tipo de cosas, lo más probable es que te aferres a las mismas ideas durante mucho tiempo.
Ya sea por proteger tu identidad o por evitar las responsabilidades que conlleva cambiar de opinión, es habitual aferrarse a lo conocido. Te explico:
Si aceptas que te fueron infiel, tendrías que dejar la relación y afrontar la soledad.
Si aceptas que no quieres jubilarte en tu trabajo, tendrías que asumir el riesgo de buscar otra salida.
Si aceptas que no has tenido razón durante años, tendrías que lidiar con la culpa y la vergüenza ante los demás. En quienes tienen miedo al rechazo, esto se complica aún más…
Yo no tengo claro por qué una persona como Mariló Montero mantiene esos argumentos, porque no conozco su vida; pero creo que todos vemos un mundo cada vez más polarizado, con argumentos cada vez más locos y con la incongruencia sobrevolando las cabezas.
“Doblepensar”, por cierto, se parece mucho a un concepto que ya he mencionado por aquí: la disonancia cognitiva. Pero lo interesante es que Orwell publicó su libro en 1949 y el término “disonancia cognitiva” no empezó a usarse hasta 1957, con el psicólogo Leon Festinger.
Cuando hablamos de disonancia cognitiva, nos referimos al malestar que experimentamos cuando lo que pienso, siento o hago entra en conflicto. Y doblepensar se refiere la capacidad entrenada de sostener a la vez dos ideas contradictorias y aceptar ambas como verdad.
Y, sinceramente, creo que cada vez somos más hábiles en el doblepensar y mantener verdades incompatibles.
En la distopía de Orwell bastaba con el control del lenguaje y de los medios pero hoy el mecanismo es más complejo: algoritmos que sesgan lo que vemos, economía de la atención, cámaras de eco, incentivos políticos y comerciales, y, cómo no, plataformas que monetizan nuestra identidad. Y mi pregunta es: ¿cómo evolucionará esto?
Para que luego haya gente que diga que leer ficción no sirve de nada…