¡Ya es septiembre! Vamos a tope a ponernos las pilas con la vida y a conseguir todo lo que queremos de golpe y ser la persona que siempre has querido ser paraioasklndasdàjhsdñihasdnasd…
PARA POR FAVOR
Yo por lo menos me he agobiado un poco al ver a tanta gente tomarse muy en serio este inicio lectivo. Ya llevo diciendo un tiempo que el 1 de septiembre parece el nuevo 1 de enero.
¿Será esto cultura de la compensación?
Desde luego los gimnasios están llenos y veo (por Twitter) que en la tele se están haciendo programas sobre dietas y esas cosas.
¿Será esto cultura del esfuerzo? ¿Para qué quieres tantos cambios? ¿A qué te acerca? ¿De qué te aleja?
Prefiero que nos paremos un poquito y observemos si allí donde vamos es donde queremos estar o no. ¿Encaja el destino con nuestro propósito?
Propósitos
Estoy leyendo un libro que se llama Pensar en Sistemas de Donella Meadows (ambientóloga) y me gusta una parte en la que dice que el propósito del sistema se deduce de su propio comportamiento.
Si te miras desde fuera, ¿cuál dirías que es tu propósito? ¿Para quién o para qué vives?
Me doy cuenta de que, a veces, el propósito de las personas no encajan con lo que verdaderamente se dicen. Y esto normalmente genera sufrimiento en forma de disonancia cognitiva.
Depende del autor al que leas, te dirán que un propósito es una cosa u otra y si observas la historia de la humanidad, te puedes dar cuenta de que hemos tenido ansia por expandirnos, por sobrevivir como especie. Pero ahora que tenemos lenguaje y pensamiento simbólico, la cosa se complica, ya no se trata únicamente de sobrevivir…
¿Habrá raíces?
No sé si me creo a los autores más existencialistas cuando afirman el sentido de la vida con tanta rotundidad, sobre todo cuando el lenguaje y la representación simbólica nos permite construir nuestros propios mundos. Y ahora somos 7888 millones de mundos en este planeta.
Cuando yo me miro observo comportamientos que tienen propósitos alineados con mis valores, pero otros que no tanto. Desde aquí me imagino que ciertos cambios me harían sentir más congruente y así sí que viviría más “feliz”.
Pero es sólo una hipótesis, tocará comprobarla y luego recordar si aquello que hipoteticé realmente encaja con la experiencia vivida.
Sinceramente, me parecen demasiados análisis para tratar de traducir experiencias mucho más simples. Puede que no tengamos palabras suficientes para hablar de nuestros propósitos, pero el ser humano sólo sabe vivir hablando.
Date más silencios y observemos qué pasa.
El episodio de esta semana
Estoy filosófico y podrás escucharlo en el episodio de esta semana donde hablo de todo lo de arriba y un poquito más.