Cuando me pongo a escribir, siempre tengo en mente la idea de crear una buena newsletter. Siempre quiero hacerlo lo mejor para que tú, que me lees, tengas la mejor impresión de mí.
A mí esas frasecitas de “no me importa la gente yo hago lo que quiero”, me suenan a poca conciencia. Vivimos en un mundo social, claro que nos importa la opinión de la gente, otra cosa es que tengas la regla general de que normalmente a la gente le gusta lo que haces y por eso no vas con preocupación.
Spoiler: esa regla la has podido aprender sin darte cuenta al haber tenido una infancia favorable.
A mí me importa que no me atropelle un coche cuando cruzo y por eso miro, pero no voy con miedo a que realmente lo hagan. Actúo por las posibles consecuencias, pero sin sentir miedo por ellas.
En definitiva, a todos y a todas nos importa hacer bien las cosas, pero para algunas personas la idea de hacer mal algo pesa más que para el resto.
Presión sobre el resultado
Vives en un mundo que refuerza de manera descarada el resultado. Cada vez que aprobabas un examen o sacabas notaza, podías ver una cara de aprobación y felicidad (con suerte) en tus padres y profesores.
Si te salía algo bien en casa, como lavarte los dientes o colocar una pieza del puzzle que estabas haciendo, te harían fiestas en tu casa.
Pocas veces te habrán reforzado ese momento en el que te aventurabas a hacer algo y no salía como se esperaba. Necesitamos animar más al mundo a que intente cosas, no a que las consiga. Porque cuando intentamos las cosas, naturalmente aumentaremos las posibilidades de conseguirlas. Que también mola…
No puedes negar esa idea general sobre el éxito, pero sí aprender a reconocerla y vivir con ella. Trataremos que no nos condicione como siempre hacemos en esta nuestra newsletter.
¿Por qué procrastinas o pospones tareas?
No voy a decirte un “depende”, aquí hemos venido a jugar…
Normalmente detecto dos reglas:
Me da presión exponerme a una tarea con expectativas sobre el resultado elevadas.
Siento que no es para tanto y me dará tiempo más tarde.
La segunda suelo verla mucho en adolescentes que tienen la experiencia de aprobar en el último momento, pero la primera tiene más que ver con el temita de hoy.
¿Sabéis ese momento de la película de Matilda donde Bruce tiene que comerse una tarta enorme?
Así puedes sentirte cuando te enfrentas a la idea de realizar una tarea con el mejor de los resultados. Tensión x10000.
No podemos vivir así, necesitamos aprender a “conformarnos”. A veces es mejor realizar un esfuerzo suficiente y fin. Muchos pasitos mediocres pueden hacer un camino “exitoso”.
Y recuerda: aunque sea difícil, no entres en comparaciones sobre tu éxito y el de la gente de tu alrededor, usa tu punto de referencia.
Podcast
Aquí llevas el episodio por si quieres escucharlo:
Recomendaciones
El tema de esta semana ha sido inspirado por un episodio que grabé en Psicoflix con la Dr. Patricia Zurita, y por eso te recomiendo su cuenta de instragram.
Si eres psicólogo o psicóloga, tal vez te interese mi nuevo proyecto. Ya está publicada la primera edición:
Llevo una semana enganchado a Medium. Me he suscrito para poder leer más de 2 artículos al mes, échale un ojo si te apetece leer cosas en inglés.
qué chulo! no sabes lo bien que me ha sentado escuchar este podcast, y es que se siente vivir a contracorriente cuando estás dejando de preocuparte tanto por el resultado de lo que haces y ves que tanta gente sí se preocupa
quería decirte que me ha gustado especialmente que el podcast estaba grabado de una (o eso creo) y no había cortes como en otras ocasiones... cómo más informal todo y más chill, no sé si era tu objetivo o si ha sido casualidad, pero bueno, a mí me ha encantado eso, le daba más naturalidad (se echa de menos a veces, como los programas de TV que antes ser hacían en directo y veías que ocurrían cosas y había que improvisar sobre la marcha)
gracias Darío!