¡Hola!
Lo primero, muchísimas gracias a la gran cantidad de gente que se ha apuntado a mi newsletter a raíz del lanzamiento de
.No me esperaba recibir más de 100 personas nuevas en pocos días. Así que, pasad, que ya mismo voy sacando las mantitas. :)
(Por otro lado, a partir de ahora recibirás el mail los lunes junto al podcast).
Hablemos del malestar
O de estar mal, depende del día.
Siempre hemos escuchado que las emociones tienen un inicio y un final, no tanto como los sentimientos, que se supone que son más duraderos en el tiempo. Pero aun así, la experiencia física de esos sentimientos y emociones, sí que tienen un inicio y final, ¿no?
Entendemos que una emoción, como la tristeza, no está siempre presente, incluso en una persona que se encuentre dentro del contexto depresivo (la depresión no es algo que se tiene, es un contexto en el que alguien se encuentra).
Incluso dentro de una depresión una persona puede experimentar momentos de alegría, de enfado, de asco o de sorpresa, no siempre experimenta la tristeza.
PERO.
¿Y la idea de tristeza?
Si estás pasando una mala racha, la tristeza puede estar más cerca. Es como cuando al final siempre tiras de las mismas camisetas que se encuentran más accesibles en el armario.
Entonces, como si de un heurístico de disponibilidad, es fácil que relaciones muchas de las cosas que te pasan con la tristeza o con aquello que te pone triste.
Además, esa tristeza probablemente esté asociada a otra cosa, a otra idea…
Me veo solo → Tristeza
Así que, esa camiseta que sacas más veces del armario es realmente la idea de soledad, que a su vez te provoca tristeza.
Múltiples recordatorios
Esta idea de soledad (recuerda que es un ejemplo), podría recordarse viendo mil cosas:
Gente feliz en redes sociales.
A raíz de un recuerdo feliz en compañía.
Cuando tienes ganas de hacer un plan en compañía.
Un grupo de personas andando por la calle.
Todo lo anterior puede recordarte la idea anterior, tal vez con un pensamiento puente en medio que te diga, “no tengo a nadie”.
De esta forma, puede que empieces a rumiar esos pensamientos y a darle cada vez más fuerza a esa idea que empieza a representarse con más ocasiones en tu vida.
Al ver una serie.
Comiendo.
Tratando de hablar con alguien que no responde como tú quieres.
Pensando en el futuro.
Cayendo en la cuenta de que es fin de semana.
Aparece la nube
Con todo esto, es relativamente fácil que empieces a ver que esta tristeza → soledad, define todo lo que es tu vida. Como esos dibujos que se hacen con carácteres:
Es relativamente fácil que sientas que todo es una continua sensación de tristeza y soledad, sobre todo cuando tiendes a la desactivación (a hacer poco) y faltan alicientes (cositas bonitas) en tu vida.
Pero hay huecos donde podemos meternos y construir… No todo está perdido, podemos cambiar el significado de tu mundo y eso supone exponerse a nuevas experiencias.
Por desgracia, no podemos ponernos la camiseta de la alegría a voluntad, pero sí podemos buscar esas situaciones que nos facilitarán darle la vuelta a las cosas:
Quítate el velo de tus pensamientos y mira qué hay más allá de ellos, tal vez te encuentres un gatito con ganas de jugar contigo. :)