¡Hola hola! 🚀
Ahora mismo sois unas 744 personas suscritas por aquí y empiezo a tener cierta tensión con no cagarla. Nada nuevo en mí. :)
Por supuesto que alguna vez he sentido culpa si alguna de las cosas que he dicho/escrito ha sentado mal a alguien. Ya llevo en esto 8 años.
Pero más llevo sintiendo la culpa.
¿Por qué sentimos culpa?
No tengo ni idea y quien te diga un rotundo sí, te estará mintiendo. Pero oye, qué buen título amarillista para esta newsletter.
Asumimos que todos nuestros comportamientos han tenido o tienen alguna función porque la teoría de la evolución parece sensata y porque, por ahora, el conductismo ha respondido a más preguntas de forma concisa y demostrable que el resto.
Entonces pregúntate, ¿qué te hace hacer la culpa? ¿Qué intención parece tener ese comportamiento? ¿Qué haces cuando tienes esa sensación que llamamos culpa?
Normalmente, las personas experimentamos culpa cuando se dan cuenta de que algo que hicieron (o hacen) tuvo, tendrá o tiene consecuencias negativas.
Diría también que para poder tener esa sensación, tenemos que estar conectadas o conectados a aquello a lo que se le está haciendo daño. Porque si te da igual el calentamiento global, no creo que sientas mucha culpa al no reciclar. Aunque veas una relación directa entre una cosa y la otra. Aquí hablamos de conciencia no de un simple análisis correlacional.
¿Qué te invita a hacer la culpa?
Cuando tenemos una sensación tan desagradable como esa, trataremos de reducirla o quitarla como siempre. A veces podemos actuar para tratar de arreglar aquello que hicimos, pero no siempre tendremos la certeza de que pueda funcionar. Es más, puede que sepamos al 100% que lo que estamos haciendo para aliviar esa culpa es completamente inútil y contraproducente: castigarse, fantasear, hablar en condicional, quejarse y, en definitiva, rumiar.
Rumiar es darle muchas vueltas a los pensamientos sin llegar a una solución clara; se trata de un comportamiento aprendido que podría darnos pequeños alivios a cortísimo plazo, pero que normalmente mantienen el problema. Si encima eres una persona a la que se le ha castigado y responsabilizado mucho de situaciones injustas en el pasado, puede que te salga de forma aún más natural.
Y digo puede, porque a veces una historia de aprendizaje así provoca todo lo contrario, si lo que aprendes es que “todo el mundo está en mi contra y nada es culpa mía”. Este pensamiento es una protección interesante que te permitirá sobrevivir, pero no creo que tengas muchos vínculos de calidad así.
La culpa no es para todo el mundo
No, no todo el mundo siente la misma culpa y por eso vivimos en el mundo en el que vivimos. Donde muchos y muchas culpables (de verdad) le hacen cosas a personas inocentes que, paradójicamente, acaban sintiéndose culpables.
Encima, sabemos que la disonancia cognitiva que provoca hacerle un mal a alguien tiende a reducirse mediante justificaciones. Si esa justificación de “todo el mundo está en mi contra” lleva acompañándote mucho tiempo, probablemente recurras a ella con mucha facilidad y de sentido a que “se lo merezcan”.
En consulta tengo más inocentes sintiendo culpa que culpables.
La culpa tiene, desde mi punto de vista, una función prosocial muy importante que permite que no vayamos haciéndonos daño entre nosotros y nosotras. Permite construir un mundo mejor. Pero si lo que te provoca esa culpa no es más que sufrimiento sin avance, tendremos que aprender otras alternativas.
Alternativa a la culpa: perdón y cambio
Creo que pedir perdón es importante para no ir invalidando las emociones de las personas a las que les hacemos daño. Gracias a pedir perdón podrás entablar una buena conexión que permita el cambio.
El cambio es importante y si no puede darse en el pasado ni en el presente, preocúpate por hacerlo posible en el futuro.
Y YA ESTÁ.
No hay más que hacer, esto es todo, deja de castigarte.
Una vez has tomado responsabilidad de lo que has hecho, ¿qué más vas a hacer? ¿De qué te sirve la penitencia?
No me meto en ideas religiosas, porque entiendo que hay determinados rituales que para algunas personas tienen sentido.
Si además estás viviendo tanta culpa porque, como decía antes, en el pasado te han castigado mucho los errores, creo que va siendo hora de que te perdones.
A toro pasado todos y todas cambiaríamos cosas del pasado, es lo que tiene manejar más información. Aunque tu mente te acerque tanto el pasado, es sólo una ilusión inalcanzable.
Escucha el episodio desde aquí
Y, si puedes, contéstame a algo aquí:
He lanzado un audiocurso
Hace unos meses me encargaron grabar un audiocurso en noesasuntovuestro.com orientado al síndrome del impostor y me han dejado sacarlo de la plataforma. Si quieres comprarlo, aquí va el enlace:
Wow... Mil gracias, Darío.
Me resuena todo y lo más importante, PERDONARSE. Es vital para seguir adelante. Perdonarse es Quererse.
Y en cuanto a pedir perdón por tu error, si eres consciente de tus actos y sabes decir un perdón verdadero, el perdón deja de ser tuyo y pasa a la otra persona, ya no es cosa tuya lo que los otros hagan con ese perdón, tanto si lo aceptan como si no saben perdonar. Hay que soltar la culpa. Creo que es sólo un lastre emocional.