🛬Que nadie te diga cómo vivir
¿Qué tienen en común Mariam Rojas, Manuel Sans Segarra y Amadeo Llados?
Así estaba el miércoles después de ver algunos extractos de la entrevista de Mariam Rojas en El Hormiguero.
No he sido capaz de ver la entrevista completa, ni tampoco creo que decida dedicarle parte de mi vida a su obra.
Seguramente haya cosas que diga bien, pero me pone un poco nervioso su estilo comunicativo. Lo siento por quien le guste...
El tema es que también ha coincidido con mi descubrimiento de la obra del Dr. Manuel San Segarra. Un hombre que me cae bastante mejor y que incluso creo que aporta algunas ideas coherentes, más relacionadas con el existencialismo y la filosofía. Pero que también acaba cayendo en verdaderas locuras, y eso sin entrar en los enredos que hace con la mecánica cuántica, la energía y la vida más allá de la muerte...
Esta edición quería aprovecharla para descargar algunos pensamientos que en redes no soy capaz de expresar debido al formato de las mismas.
El problema de los referentes
Soy consciente de que muchas personas se quejan de no saber qué quieren de la vida.
La pregunta por el sentido de la vida no es nueva y, desde mi punto de vista, es natural para seres pensantes como nosotros.
Desde que nacemos, transitamos el mundo mientras lo conocemos y nos conocemos. Si tienes suerte, habrás ido detectando cuál es la forma de actuar que más feliz te hace. Pero si, por desgracia, no, es posible que sientas la necesidad de buscar ese sentido y, para ello, uses a algunos referentes.
Supongo que hace 30 años los referentes aparecían de una forma muy distinta a la actual.
Porque ahora, cualquier chico o chica será víctima del algoritmo de las redes sociales, que le expondrá a muchas personas que le dirán cuál es la mejor forma de vivir su vida.
Y estos referentes, acabarán haciéndolo mediante mensajes cortos, digeribles y de fácil acceso. Es lo que yo llamo el Fasf Food del existencialismo.
Muy distinto a lo que podrían haber hecho algunos filósofos del pasado, que exponían reflexiones bastante duras sobre lo que entendían por la vida. Y, ojito 👀, que yo también critico el dogmatismo en la filosofía.
Nuestro discurso siempre estará tintado por nuestra experiencia
Mariam Rojas ha sido la persona que más me ha hecho enfadar esta semana, pero no la única...
Ya llevaba un tiempo escuchando sobre el Dr. Manuel San Segarra. Parece que se está popularizando cada vez más, para lo bueno y para lo malo...
De nuevo, creo que tiene algunas ideas interesantes que podrían rescatarse, como sus reflexiones sobre la gratificación instantánea, la conexión con nuestros valores, etc. Pero cuando habla sobre la supraconsciencia y la cuántica, ahí ya me tengo que bajar.
El doctor, por ejemplo, no sólo anima a las personas a meditar, si no que apunta que esta es la mejor forma de encontrar la felicidad. Y esto podría ser un gran error.
Yo medito y creo que me viene muy bien, pero para nada debe ser un componente necesario en la vida de todo el mundo para construir una existencia valiosa.
Otra cosa que mencionan tanto Mariam Rojas como Manuel San Segarra es que el amor es lo más importante. Pero me da la impresión de que se refieren a un amor muy tradicional y heteronormativo, lo cual, sobre todo en el caso de Mariam Rojas, parece bastante conveniente si se conoce su relación con el Opus Dei...
En oposición a tus valores
Y para terminar... lo más importante.
Cada persona tiene sus propios valores, que se han ido configurando a lo largo de su historia de aprendizaje. Son esas cualidades del comportamiento deseado que suelen traducirse (para facilitar las cosas) en verbos más adverbios, los cuales ayudan a confeccionar varios patrones de comportamiento:
Ayudar genuinamente
Construir conscientemente
Compartir generosamente
Investigar tranquilamente
…
Lo de arriba es tremendamente técnico y muy poco digerible. No quedaría nada bien en un TikTok. Pero voy a tratar de simplificarlo.
Los valores personales son cualidades del comportamiento deseado que guían nuestras acciones y dan sentido a nuestra vida.
Y aquí hay infinitas posibilidades... tantas como personas en este planeta.
¿Dónde ves tú lo de meditar? ¿Y lo del amor?
Pero esto no acaba aquí. A veces, muchos de estos referentes dan indicaciones que se oponen por completo a tus verdaderos valores o propósitos.
Mariam Rojas habla del amor y del trabajo como forma de alcanzar la felicidad. Te puedes imaginar qué ocurre si, por lo que sea, tú no encuentras tus valores ahí pero acabas comprando el discurso de esta mujer.
Pues que, siguiendo el dogma, te irás desconectando más de ti, de la vida que te importa e incluso de la gente que te importa...
No hay que irse muy lejos. Ya hace un tiempo conocimos el discurso de otro personaje: Llados.
Este personaje animaba a todos sus "alumnos" a alejarse del resto de personas para poder centrarse en ellos y en sus "proyectos". Terrorífico...
Debemos tener cuidado con comprar a ciegas cualquier discurso. De hecho, tampoco compréis el mío, por mucho cuidado que intente tener con lo que digo.
Tus propósitos son solo tuyos y podrás contactar con ellos desde tu propia experiencia, no desde la de otros…
Marian comenta temas genéricos que suelen funcionar en todo el mundo que la gente olvida o no lo saben porque se centra en otros temas personales
Es como llados usando falacias de falsa autoridad o efecto halo para engancharte en sus cursos, por ejemplo, el ejercicio físico recurrente hace que te sientas mejor y a partir de ahí te vendo un cursos, un libro o te hago creer que se mucho de comprarte un lambo🤣🤣🤣
Excelente reflexión, Darío. Comparto plenamente. Pero me puesto a pensar que el discurso por la subjetividad del caso a caso y un respeto por la ética de llevar a cabo dicha práctica nos inmobiliza frente al "Marketing" que los tiempos modernos requieren.
Dudo que estos gurús no sepan estás cuestiones. Creo que apuntan a un público, que ya tiene cierto "piso" de necesidades cubiertas y los demás hacemos ruido para que el algoritmo haga circular aún más su mensaje. Triste porque con las mejores intenciones contribuimos a que sigan expandiendo su voz.
Lamentablemente para decir cosas que al público mayoritario le interese (y que sean éticas) el discurso se vuelve repetitivo y muy generalista. Es ahí dónde estás personas dominan con su mensaje, es muy disruptivo, sencillo y casi mágico. Porque apuntan a necesidades muy particulares de muchísimas personas.
Un gusto leerte. Saludos desde Argentina.