Nota antes de empezar: para ayudar a las personas de Valencia, Bizum ha publicado una forma de hacer donaciones a diferentes entidades. Te dejo aquí un enlace con las instrucciones por si te interesa. Yo ya he donado y el proceso es muy muy sencillo.
Tanto el podcasts como la newsletter estaban programados desde principios de la semana pasada, pero quería añadir mi granito de arena. Creo que es importante apoyarnos en momentos como estos.
Ahora sí, te dejo con la edición de esta semana…
Me gusta decir que las palabras cristalizan muchas de las ideas que tenemos en la cabeza. Pero lo cierto es que, al final, las ideas son solo eso, ideas…
Cuando estaba terminando la carrera y formándome en ACT, alguien me preguntó: “¿Crees que las creencias pueden cambiarse a voluntad?” Yo, que venía lleno de entusiasmo tras estudiar hipnosis en la facultad (y fuera de ella), respondí con un rotundo sí. Qué equivocado estaba, la verdad.
La experiencia manda
Darse cuenta de algo es un proceso “semiconsciente”. Digamos que te expones a contextos donde se prevé que aprendas ciertas cosas. Por ejemplo:
Ángel tiene miedo a volar, aunque sabe que los accidentes de avión son menos probables que los de coche. Pero no es hasta que vuela muchas veces que realmente aprende que es seguro.
Lucía sabe que tiene buenas habilidades sociales, pero siempre se pone nerviosa cuando se acerca a grupos nuevos. Teme que la juzguen, aunque sabe que ese pensamiento no tiene por qué ser cierto. Con el tiempo y la exposición a esas nuevas situaciones, ese pensamiento va haciéndose cada vez más pequeño.
Elena tiene un proyecto y necesita delegar algunas tareas, pero teme que, si delega, todo podría salir mal. Sabe que ese pensamiento podría ser cierto algunas veces, pero nunca tan catastrófico. A medida que va delegando, comprueba a través de su experiencia que el pensamiento se reduce.
Ninguna de estas personas puede decidir no tener ese pensamiento; es la experiencia la que termina suavizándolos. Pero, ojo, que el aprendizaje de esto no debe ser “haz las cosas para que los pensamientos se vayan”, sino “haz las cosas con tus pensamientos”. Ya veremos qué dice la experiencia.
Frustración recurrente si buscas el cambio consciente
Esto es como intentar olvidar algo a la fuerza. Como cuando, de joven, vivía alguna situación desagradable en el instituto y quería olvidarla cuanto antes, así que me esforzaba en hacerlo. 😊 Spoiler: no funciona.
Intentar cambiar una creencia a la fuerza no solo es una tarea imposible, sino que consume muchísima energía.
Sé que muchas de las personas que me leen pueden pensar: “Pues yo he cambiado muchos pensamientos”. Y es posible que después de repetirte un montón de autoafirmaciones y de haber leído varias páginas de un libro de autoayuda, notes un pico de motivación que viene de alguna idea espontánea.
Pero, ¿cuánto dura eso? ¿Cuánto tarda en regresar ese viejo pensamiento? ¿Cuánto tiempo pasa antes de que esa idea vuelva a acompañarte?
Además, muchos de nuestros pensamientos más profundos están destinados a quedarse para siempre…
Ya sabes que la cabra tira al monte 🐐 y nuestra mente tiende a irse por donde más acostumbrada está.
No es que quiera, pero es lo que le “nace”.
El misterio de la utilidad
Si crees que la idea de todo esto es exponerte a situaciones que te ayuden a generar nuevas creencias para evitar las que ya tienes, podrías estar cayendo en una trampa peligrosa.
Mi mensaje es sencillo: los pensamientos existen y seguirán existiendo, ¿qué vas a hacer JUNTO a ellos?
No “con” ellos, porque eso de hacer algo con el pensamiento parece atribuirnos más poder del que tenemos. ¿Qué harías con las nubes que pasan sobre tu casa? ¿O con la lluvia? ¿Realmente crees que puedes hacer algo?
Más bien, puedes decidir qué hacer MIENTRAS llueve.
Eso que decides estará relacionado (ahora sí) con tus valores, tus propósitos, el tipo de persona que quieres ser.
Hoy, como llovía, por supuesto no tenía ganas de sacar al perro, pero no hacerlo me convertiría en una de las peores personas que puedo imaginar. Así que, aunque tuvimos que ir por zonas cubiertas y el paseo no fue tan cómodo, pude actuar de forma coherente.
Esto es lo que significa movernos con flexibilidad, sí.
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