Así empiezo, con esta publicación en el “Twitter” de Substack. Donde puedes seguirme desde aquí: https://substack.com/@dariobenitez
Hoy quería hablarte de una metáfora que uso a veces para ejemplificar cómo priorizamos nuestros valores o responsabilidades (que no es necesariamente lo mismo).
La vida como un cubo de Rubik
Hace tiempo aprendí una forma de resolver el cubo de Rubik, y esta consiste en bloquear primero una de las caras para luego seguir resolviendo la segunda y tercera capa. Todos los movimientos que realices para resolver la segunda y tercera capa tendrán en cuenta la primera cara.
A priori da igual la cara por la que empieces, imagino que los pros empezarán por aquella más sencilla de resolver, pero los mortales, como yo, decidimos de forma un poco arbitraria.
Aunque los valores se eligen y no se deciden, cuando enfrentamos ciertas decisiones, nos toca definir qué priorizamos y qué dejamos de lado.
🧭Elegir implica reflexionar y conectar con lo que realmente importa; decidir, en cambio, suele ser más reactivo y práctico, influido por circunstancias externas.
En estas situaciones, por desgracia, quien no tiene claro al 100% qué le importa de verdad puede acabar tomando decisiones erráticas de las que, tarde o temprano, podría arrepentirse.
Evidentemente, siempre podemos terminar arrepintiéndonos de una decisión. Pero no tiene sentido machacarnos por ello, porque los datos que manejábamos eran los que eran, incluso si esos datos incluían no saber cuán importante era algo en realidad.
🤓Te pongo ejemplo rápido:
De joven, siempre pensé que querría vivir cerca del mar o la montaña. Pero cuando por fin me pude poner a elegir una casa, lo que más he valorado ha sido el acceso rápido a la autovía y tener ciertos servicios cerca.
Si mi yo joven hubiera tomado la decisión, probablemente mi yo actual estaría arrepintiéndose cada día. En aquel momento, creía que siempre trabajaría desde casa y que apenas necesitaría un coche.
*El miedo a conducir y no imaginarme una vida haciéndolo casi a diario también estaba condicionando mi decisión.
¿Esto va de no comprometerse?
No, pero seguro que más de uno y más de una tiene miedo a hacerlo. 🫠
Cuando trabajo con emprendedores y emprendedoras tiendo a ver mucho miedo a la pérdida de la libertad.
Parece que esto es algo propio de las personas que buscamos diseñar nuestros propios proyectos.
La paradoja es que podemos acabar haciéndonos cárceles más robustas que incluso alguien que trabaja para otra persona. [Artículo relacionado]
Pero no pretendo alimentar este miedo. Hay que aprender a comprometernos, de vez en cuando, con nuestras propias decisiones.
El problema surge cuando bloqueamos una cara del cubo de Rubik que no era la que tocaba, simplemente porque no nos detuvimos a reflexionar sobre qué era lo que realmente importaba.
🔄 ¿Qué quieres que te acompañe en tu eterno retorno?
☀️ ¿Qué quieres que te acompañe en tu día a día?
🎨 ¿Qué color quieres que predomine en tu vida?
Es un enigma interesante de resolver y, probablemente, no siempre puedas responder de la misma manera. Pero, al menos, podemos intentar trabajar en lo que quiero mantener desde el momento presente.
No hay decisiones perfectas
Y para terminar, quiero tratar el problema que podría generar tomarse demasiado en serio esta metáfora.
Claro que intentaremos hacerlo lo mejor posible, pero la forma de contactar con nuestros valores puede fluir de aquí hacia el futuro.
Y puede que te compraras un coche pequeñito para poder ir a hacer deporte que es muy importante para ti, pero que al ser padre o madre, no te sirva tanto. Tenemos la suerte de que la vida realmente no es un cubo de Rubik. 😉
Creo que voy a inventarme el término “antimetáfora” para que no nos tomemos al pie de la letra todas esas metáforas que vamos escuchando.
La idea de esto es que contactes y trates de proteger lo que te importa, pero no que acabes diseñando estrategias de control muy sofisticadas para tener todo lo que tu mente quiere.
Me estoy leyendo un libro de Nassin Taleb llamado Antifrágil, el concepto no está mal y me sirve para reflexionar sobre algunas ideas que tengo a la hora de montar mis proyectos.
Lo antifrágil son sistemas que se fortalecen con el caos y la incertidumbre. A diferencia de lo frágil, no solo resisten el estrés, sino que prosperan y mejoran frente a la adversidad. Es la capacidad de crecer ante el desorden.
🤖 Pero, como siempre, me parece una idea demasiado rígida si se lleva al extremo (paradójicamente).
El autor menciona que debemos evitar decisiones que nos atrapen (otro que teme la pérdida de libertad). Y, aunque le compro la idea en ciertos contextos, creo que no siempre es viable y que “restringirse” también puede conectarnos con experiencias significativas.
Especialmente si restringirse, para ti, implica alejarte del perfeccionismo y del control que te empujan a hacerlo todo de la mejor manera posible, incluso cuando las consecuencias afectan directamente a tus valores. 🧭
Así que, para terminar:
Asume que, en ocasiones, tendrás que bloquear una de las caras de tu Rubik, y será clave que entiendas lo que eso implica. Pero no dejes que el miedo que tu mente perfeccionista genera te detenga.
Si te ha gustado esta edición y quieres que publique más contenido como este, no olvides darle like abajo. Lo tendré en cuenta. ♥️