Para un segundo.
Fíjate en la forma de estas letras.
En la tipografía.
Para de verdad.
Lee despacio.
No hace falta que lo disfrutes pero.
Lee.
Pero lee despacio.
¿De verdad tienes que ir con prisas ahora? ¿Justo ahora?
Nota tus sensaciones y profundiza en la experiencia de estar con calma leyendo esta pieza de texto.
Degusta el momento.
Si sientes que te aceleras, prueba a respirar hondo y vuelve a leer de nuevo con más calma.
¿Cómo quieres vivir tu vida?
Alguna vez he pedido estos batidos:
Son batidos que llevan todos los nutrientes y que tienen un saber moderadamente aceptable. Me han servido esos días en los que estoy fuera y no voy a poder comer en condiciones.
Pero no puedo compararlo con algo como esto:
¿Cómo va a ser lo mismo tragarse un batido de estos que disfrutar de la paella que hace mi padre o del cocido que hace mi madre?
Tampoco me gusta una vida en la que te ves lanzado a contratar servicios como Wetaca por no tener tiempo para cocinar, pero desde luego que tampoco sirve de mucho negar la realidad. Estos servicios han ayudado a tipos como yo que nos metemos en el agujero del emprendimiento.
El problema viene cuando normalizas tanto la velocidad y la eficiencia que te alejas de exprimir los verdaderos sabores de la vida.
Normalizamos la multitarea
A pesar de ser conscientes de la cantidad de problemas que trae el multitasking seguimos con ese estilo de vida frenético que te aleja de tomar contacto con el presente.
Asumo que a veces necesitamos atender varias cosas a la vez y que, en determinados trabajos, el teléfono se ha convertido en un foco de atención intermitente “necesario”. Pero, ¿solemos cuestionarnos los límites?
En mi caso suelo marcar los límites con horas y contextos. Por ejemplo, ahora mismo no sé dónde he dejado el teléfono porque mientras escribo siempre lo dejo fuera.
(Acabo de ser consciente de que lo tengo en el bolsillo)
He aprendido que aquí no se usa el teléfono, igual que en consulta tampoco lo hacemos.
Sigo con mi teoría de que algunos beneficios del espacio terapéutico vienen de ser una de las pocas ocasiones en las que podemos tener conversaciones sin distracciones.
No sólo es un problema de multitarea
Además, nos enfrentamos a otros muchos estímulos (pensamientos) que interfieren con el momento presente.
Algunos ya sabéis que estuve esquiando hace unos días, y esto es una actividad que me expone a muchos más alicientes que antes. Ahora soy consciente de lo bonita que es la montaña nevada y lo bien que se está ahí.
Pero la primera vez que estuve, sólo era consciente de la gran cantidad de peligros que existían tras cada descenso.
Mi mente ensuciaba la experiencia con mis miedos, y rumiar todos esos miedos me alejaban aún más de poder disfrutar del paisaje.
Es muy complicado deleitarse con las vistas de un paisaje al caminar mientras piensas en un problema que te ocurrió ayer.
Y aunque no podamos controlar los pensamientos que vienen, tampoco tiene mucho sentido que normalicemos el enredo permanente.
Ya que estamos, te enseño un video que publicaré la semana que viene en Instagram 🙂
[Oye, y si has entrado en substack para ver el video, ¿qué te parece si das like a esta publicación?🙂]
Por eso, mientras estás alimentando algunos pensamientos, es muy poco probable que acabes conectando con el momento presente.
Atención al momento presente como proceso
Este es el tercer proceso que abordamos de la flexibilidad psicológica y uno de los más conocidos dentro de ACT. Mindfulness ha tenido demasiada propaganda, algo malo y bueno a la vez.
No todo es Mindfulness ni todo se soluciona atendiendo al momento presente, pero negar las bondades de esta habilidad me parece bastante necio.
No recomiendo meditar a todo el mundo y, de hecho, si alguien viene a consulta únicamente por Mindfulness, es probable que busquemos otra alternativa. Porque la meditación también puede ser otra estrategia de evitación.
Atender al momento presente, sí, pero validando todo lo que nos da nuestra mente y sin juzgar nuestros propios pensamientos.
No vas a conseguir aterrizar en el momento presente si no trabajas la aceptación de tus propias experiencias internas. Por eso una buena filosofía de Mindfulness encaja tan bien en la de la Terapia de Aceptación y Compromiso.
Puntos dentro del episodio privado
Si estás dentro de la suscripción privada, te animo a escuchar el episodio asociado. Creo que te gustará y tocaremos temas como:
Ejercicio de Mindfulness para principiantes que puedas practicar en todo momento
Un poquito de análisis funcional a Mindfulness
¿Cuándo es recomendable Mindfulness y cuándo no?
Si no estás dentro, puedes hacerlo desde aquí:
¡Vamos con él!
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