Aterrizaje de Emergencia
Aterrizaje de Emergencia - Podcast privado
Acción comprometida
2
Vista previa
0:00
-1:59

Acción comprometida

Busca tu acción comprometida mientras te dispones a sostener con amabilidad y consciencia el malestar.
2

Terminamos este periplo por los 6 procesos de la flexibilidad psicológica con el punto más “comprometedor” de todos jeje.

No me mates y sigue leyendo que este proceso es muy importante. 😉


Pon la espalda recta

¿La has puesto? Seguro que estabas leyendo tal que así

Y ahora que lo he dicho probarás a ponerte un poquito mejor, ¿verdad?

Imagina que decides tomarte muy en serio esto de poner la espalda erguida. Imagina que pudiéramos demostrar que cada segundo que pasas con la espalda encorvada lo pierdes también de vida.

Seguro que mantendrías la espalda rectísima. Tan recta que te subiría la autoestima, el salario y hasta la esperanza de vida, todo sea por soñar…

Una acción comprometida se construye en cada segundo, y cuando te observas y decides poner la espalda recta, estás actuando de forma alineada con tus valores.

Si te pasas todo el día manteniendo esa postura, seguramente acabes el día un poco cansado o cansada, pero también sintiendo mucho orgullo de haber actuado de una forma coherente.

Este ir y venir a la acción comprometida es algo muy habitual cuando aún no nos hemos puesto a trabajar en tu comportamiento. Cuando una persona observa su conducta y se da cuenta de que la mayor parte del tiempo está con la espalda doblada, tiende a sentirse mal. Y hablo de un malestar muy profundo que tiene que ver con la sensación de estar desperdiciando la vida…


Planificar e improvisar

En terapia solemos definir muy bien qué tipo de conductas son acciones comprometidas. Por ejemplo, si me dices que una de las cosas más importantes de tu vida es realizar actividades creativas, tendremos que definir si eso lo sientes dibujando un cuadro, diseñando la decoración de tu salón o cocinando un nuevo plato.

Luego tendremos que definir en qué momento de tu vida puedes llevar a cabo ese plan y comprometernos con ello, haciendo todos los esfuerzos que tengas que hacer, como: cancelar planes, trabajar menos u organizar la semana.

Una vez definido el plan, tocará hacer frente a todos aquellos pensamientos y emociones que suelen interferir en que no actúes tal y como quieres. Por lo que, probablemente tengas que experimentar cierta incomodidad y tener disposición a atravesarla e integrarla dentro de tu vida.

Puede que te dé pereza incluso poner la espalda recta de nuevo (ya te habías encorvado de nuevo, ¿verdad?). Pero es que sentir pereza va implícito en actuar de forma coherente al cuidado de tu espalda. Son las dos caras de la misma moneda.

El problema es que no siempre sabremos qué inconvenientes vendrán a nuestra vida y tocará preguntarse si esto que voy a hacer ahora me lleva o no a ser la persona que quiero ser.


Cuanto más practicas, más sale

Y por supuesto, cuanto más te fijas en ello, más tiempo mantendrás la espalda recta. Igual que yo, que desde que empecé a escribir estoy como Shakira en su PC.

La acción comprometida implica experimentar Y SOSTENER cierto malestar. Esto es un avance flexible…

No vale que me digas, que hiciste aquello de hacer hueco en tu agenda para pintar un cuadro mientras te quejabas constantemente de lo que estaba pasando y lo que estabas sintiendo.

Una acción comprometida supone abrirnos y sentir aquello que nos ha estado frenando a la hora de tener la vida que queremos.

Si te da ansiedad ir al gimnasio y un día vas, pero te quedas en una esquina haciendo cardio en la cinta sin mirar a nadie, podremos hablar de que has dado un paso, pero no te has abierto a esa experiencia.

Tal y como diría Harold Robb, podemos tener disposición con los pies o disposición con el corazón. Si vas al gimnasio de esa forma, sólo estarías yendo con los pies, pero para ir con el corazón necesitaremos hacerlo con apertura.


No hace falta tirarse a la piscina

Puedes dar pasitos y también está bien, pero es importante que esos pasitos sean con la apertura de la que te hablo ante tus propias emociones para trabajar la aceptación de la que ya hemos hablado.

Si vas al gimnasio, no hace falta que vayas a la zona de levantamiento libre, puedes quedarte en la cinta de andar, pero abriéndote a esas sensaciones que experimentas.

Poco a poco podrás ir avanzando sin problemas, pero siempre tocará sentir cositas por el cuerpo.

Buscar coherencia implica malestar en muchas ocasiones, y será normal que tu mente te aleje sin que te des cuenta.

Tus avances serán como un baile, igual que el que haces con tu espalda cada vez que la menciono y la pones recta. El tema es que a veces darte cuenta no será suficiente, tendrás que separarte de tus pensamientos y coger a tu mente de la mano mientras caminas de la forma en la que quieres.

Si formas parte de la suscripción, nos vemos en la sesión en directo el 5 de abril a las 11:00 am. Y si aún no estás, te puedes suscribir desde aquí:

*Recuerda que puedes darte de baja cuando quieras.

Recomendaciones

Discutir es sano (si sabes cómo): Aprende a tener conversaciones incómodas y construir relaciones sanas

Escucha este episodio con una prueba gratuita de 7 días

Suscríbete a Aterrizaje de Emergencia para escuchar este post y obtener 7 días de acceso gratis a los archivos de posts completos.

Aterrizaje de Emergencia
Aterrizaje de Emergencia - Podcast privado
El podcast privado para los suscriptores y suscriptoras de Aterrizaje de Emergencia. Aquí encontrarás mayor profundidad en los temas que toco con la newsletter y aprenderás cómo los tengo en cuenta en consulta.